Sin Titulo…

Postrado en un lugar donde pudiese estar, bajo la mirada fija al ordenador… me he llamado… necesito un tiempo conmigo mismo y apaciguar ciertas cosas las cuales en contacto con los demás no puedo alinear en sus determinados lugares, espacios, que se yo como he de llamarlos, lo cierto es que la necesidad del hombre a realizar trabajos esotéricos es imprescindible para poder mejorar todo el funcionamiento micro y macro que colisiona en nuestro universo, no quiero ni debo colocarle nombres porque no soy quien para poder juzgar las causas que conllevan las energías y el poder del Arquitecto, sin más… es la necedad mas inicua en la que el hombre se crea a sí mismo y juega a ser dios… impostores de la verdad, nauseabundos de la cordura, impíos de su propia predicación. Si usted en su máximo exponente, se considera uno de estos “SERES” lamento anunciarle que estas líneas no son ni serán en determinado momento para su corazón.

Compre, llénese de dadivas, camine y sonría vuestra falsedad… así será más “hombre” y menos humano, las ideologías así lo demuestran… los criterios llenos de falacias son el arma del hombre que ambiciona la felicidad fuera de sí… constituyendo al aire como obra suya y de los demás elementos el hecho satisfactorio propio o la desgracia del otro, pareciese que nunca os han mirado al espejo y se han apuntado por la sien con la mirada verdadera de su ser… lamentándole mi querido amigo Ud. Se preguntara para que gasto mis líneas escribiendo sobre tales “personajes” lo cierto es que muchos de ellos intentan sustraer nuestras energías… y tal cual como anteriormente dije… si siente que esto va dirigido a Ud. Revísese, os invito a creer mas en si mismo y no en las casualidades vanas y burdas de los que optan por no creer y le transfieren el poder de si mismo a otra cosa, sencillamente para no culparse así mismo de lo que no tienen, o de lo que pudiesen llorar.

Es así como en este tercer párrafo me despojo de muchas cosas, quizás ser un pendejo como muchos nombran es sinónimo de nobleza, ser diferente es sinónimo de ridiculez e hipocresía… no mi señor(a), todo lo que Ud. Confiera a la universalidad de su prójimo es la falta o su carencia… Ud. Promulga su reflejo… lleno de envidia, discordia, ignorancia y mediocridad. Que burdos nos hemos convertido los humanos cuando nos consagramos como el “HOMBRE”. Quisiera muchas veces que todos seamos menos “HOMBRES” y mas HUMANOS.

Por favor lea entre líneas, mire hacia mas allá de un correo o de un papel, no desconfíe de nadie, al final de cuentas quien cae por “pendejo” es consecuencia de la idiotez del prójimo… no pretendo cambiar el universo… pero si cambiar mi sendero… alabad y predicad todo lo que sea innato a vuestro ser… comulgue con su esencia el divino momento de la felicidad y la irrenunciable fragilidad… considérese vulnerable… quítese esa coraza y sonría… si para ese momento Ud. Ha recordado algún buen momento entre Ud. Y yo… créame que estoy ahí a su lado, sonriendo…

Gracias por hacerme más humano y mas cálido, por enseñarme a aceptarme tal cual y como soy y por ayudarme a ver la fragilidad y vulnerabilidad de mi ser…

Gracias por esa parte de dios que está en ti… gracias por la vida misma la cual amo y adoro… gracias por los amaneceres y los ocasos… gracias por existir…

Que la dicha y la semblanza del ser supremo sea en ti un diluvio de felicidad…

Estuve, Estoy y seguiré Estando…

Ambrosio Antonio II Valerio Rojas.